lunes, 28 de octubre de 2013 | By: Abril

Desahogo

 
Vaya... han pasado meses desde tu partida y es tan poco lo que sé de ti... Me dices que tienes muchas cosas que hacer, que tu vida no es fácil y, bueno, no puedo hacer más que entenderte, aceptarlo, a fin de cuentas ¿que puedo reprocharte, si sólo fui tu amiga...? Nuestra historia fue de un día ¡¡UNOO!! O sea, la loca soy yo por pensar que pudo ser algo más… Y es que, con las cosas que me escribías: tus ganas de secuestrarme para estar juntos y un montón de ideas que se te ocurrían para acortar la distancia que existía; y bueno, yo…siempre riéndome de tus ocurrencias. No sé si alguna vez te sentiste lastimado por mis burlas… pero bueno, no puedo dar marcha atrás. A eso sólo puedo decirte que lamento haberme burlado, pero es que la lógica me ganaba ¿ y qué ganaba soñando con que un día vendrías y tocarías mi puerta, suponiendo que te hubieras animado a hacerlo?, ¿¿¿que iba a pasar con nosotros???
 
Vaya esa pregunta puede tener mil respuestas….y créeme me las he imaginado ¡¡TODAS!!...es increíble como la mente te lleva a sitios y lugares inimaginables; es que encontrarte fue la casualidad más linda que me pasó en aquel viaje. Nunca me hubiera imaginado hablar con alguien como tú porque -sinceramente- esa noche mire a tu amigo, ja,ja,ja...(y creo que ahora ya no es tu amigo). Espero no estar metida en ese embrollo…En fin, sííí´,  lo miré a él primero, pero luego nos presentaron y quedé contigo. Sé que te dije que no recuerdo nada de esa noche, pero es mentira…lo recuerdo todo. Me río bastante cuando recuerdo que me recitabas el poema de Borges ¨Instantes¨, ¡Que VIVA EL INSTANTE! Pero aún había algo en mí que no llegaba a creerte, hasta el día antes de mi partida que, para mí, es el día que cuenta porque fue donde llegué a conocerte y las dudas fueron desapareciendo. Te mostraste como todo un caballero: protector, cariñoso, cortés, intelectual, ¡y vaya que lo eres! No por nada los kilómetros que nos separan aumentaron! En fin, llegué del viaje a mi casa y me dije que no podía enamorarme y estaba tan convencida que lo lograría... porque muchas veces he logrado contenerme. Pero siempre hay una primera vez...
 
Esperaba entusiasmada que te conectaras para escribirte, aunque casi siempre esperaba que el que escribiese primero fueras tú, ja,ja,ja... Es ese orgullo mío, que no me deja hasta ahora…y así continuó la historia donde me decías que no habías tenido amigas de mi genero nunca pero que yo empezaba a serlo y que era muy especial para ti; que te impulse a hacer cosas que jamás hubieras hecho y que te gustaría estar a mi lado. Y yo ¡¡NUNCA TE DIJE NADA!!... Nunca te dije lo que sentía. Nunca te dije que comenzaste a rondar en mis pensamientos, que llegué a extrañarte, que también me gustaría que estuvieras a mi lado!...En fin, ¡maldito orgullo!... por creerme poderosa y sentirte en mis manos. Te perdí y lo más doloroso es que creo que nunca te tuve, a fin de cuentas.
 
Luego llegó la noticia…te mudabas más lejos de mí y de eso ya hace tiempo…la ciudad era más grande, te encantaba el paisaje y bueno no sé nada más de ti, sólo eso…Heriste mi orgullo porque pensé que me extrañarías más, pero todo indica lo contrario: ya no me escribes... ya ¡nada!...y yo me quedé con tantas palabras en mi boca, que a veces me atraganto. Ahora entiendo por qué dicen que el odio duele menos que el olvido y es verdad, quisiera que me odiases por mi cobardía, en vez de sentir tu olvido.
 
He tratado de escribirte tantas veces, pero me detengo y ahí está de nuevo mi gran compañero: mi orgullo, que no me deja mandarte ninguna letra, ni un emoticón, ni nada...Tal vez piensas que yo te olvidé primero, nunca lo sabré... Pero si algún día lees esto, entenderás qué pasó conmigo y bueno, lo que pasó contigo quizás no lo sepa nunca, por eso el motivo de la carta, que es prácticamente un vomito verbal que me estaba matando internamente.
 
Ahora me despido, te deseo lo mejor, sé feliz, ríe, llora, ama y ¡¡vive!! Quizás algún día nuestros caminos vuelvan a cruzarse y me gustaría verte así.
 
Un beso y un abrazo…
 
Adiós.
 
(Anónimo)
domingo, 20 de octubre de 2013 | By: Abril

Cuántas veces...



 
Cuántas veces escribí y borré... con tal de no decir nada que te dañe...
cuántas veces pienso en lo que digo antes de decirlo...
cuántas veces he llorado por ti...
 
Cuántas veces siento que muero...
cuántas veces siento que me matas...
cuántas veces se me ha partido el corazón...
cuántas veces trato de volver a pegar los pedazos ...
cuántas veces he caído y me he levantado...
cuántas veces he creído lo que dices y cuántas veces más he visto que todo se viene abajo...
 
Cuántas veces me convenzo de que nada cambiarás...
cuántas veces quiero volver a confiar en ti...
cuántas veces me he esforzado por que tú estés bien...
cuántas veces he sentido tu desprecio a mis esfuerzos...
cuántas veces me he sentido presionada...
cuántas veces siento que ya no me quieres...
cuántas veces siento que ya no te importo...
 
Cuántas veces he odiado tu orgullo y cuántas veces más he querido sentir que todo va a estar bien...
cuántas veces he querido sentir tu amor y cuántas veces lo único que siento es dolor...
cuántas veces me he odiado por amarte así...
cuántas veces me he mentido a mí misma, creyendo que no me has lastimado...
cuántas veces he olvidado todo por querer empezar de nuevo y cuántas veces me detienes...
 
Y sin embargo sigo aquí, como la tonta más grande del mundo... todo porque te amo más que a mí misma, más que a nada y más que a nadie...
 
Supongo que habrá más veces por delante, sólo espero no morir en el camino. Sigo aquí con todo esto, en silencio para evitar que tú sientas dolor. Y así seguirá, hasta que entiendas y veas todo lo que me está causando tus errores. Hasta que veas cuántas heridas tengo. Entonces, probablemente entiendas que es algo injusto. Sólo espero que no sea demasiado tarde. Y si lo es, ten por seguro que aqui seguire amándote, como lo hice desde el principio..

M.V